Cuando en una relación de trabajo entre una empresa y un trabajador hay presión por alguna de las partes, sea del modo que sea, no hay que agobiarse, la mejor manera de aguantar esa presión, es darle la vuelta siendo escrupuloso con las normas por las que se rige la relación entre ambos.
Y es que, una de las cosas con las que las ninguna de las partes cuentan, es con el cumplimiento de las normas. Las normas, casi siempre están hechas, para aquellas personas que trabajan y aquellas empresas que tienen a personas trabajando y se extralimitan en su función, haciendo menos trabajo unos y exigiendo más trabajo otros, por lo tanto, cuando cualquiera de las partes se extralimita, hay que tirar de normativa y al final, todo se normaliza.
Por eso, si notas presión, tan sólo tienes que dejar claro a quien lo haga, que, de seguir por ese camino, sólo conseguirá que te ciñas a las normas establecidas pro el convenio y el estatuto de los trabajadores y como en eso, siempre tiene las de perder el que presiona, ten por seguro que dejará de hacerlo.
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