Y llegó el fin de semana de desmontaje de adornos de Navidad. Da mucha pena, porque la verdad es que da otro color a las casa y a las calles, pero una vez terminadas las fiestas, sólo queda desmontarlo todo, para volver, ya definitivamente a la rutina habitual.
Y en muchos sitios, para todos aquellos que sigan teniendo un árbol de Navidad de verdad, se ofrece el servicio de recogida (una vez se han "desvestido"), para ponerlos en alguna zona y con suerte que agarren para poder seguir viviendo, después de unos días en las casas, dando calor y color a la vida de sus habitantes.
Así que, con nostalgia, decimos de nuevo adiós a todos los adornos, para esperar con ganas volverlos a bajar de sus almacén, para disfrutarlos de nuevo, dentro de algo menos de un año.
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