Cada vez hay más noticias de personas que mueren, al hacerse un selfie, la última de ayer, una modelo al hacerse uno en un acantilado.
Esa obsesión por tener la mejor foto, por triunfar en redes sociales, por ser el mejor en todo, nos lleva a arriesgar demasiado y en muchas ocasiones con desenlaces fatales.
Al igual que en los conciertos, verlos a través del móvil porque quieres tener el momento grabado y te lo estás perdiendo, cuando tus ojos lo ven mucho mejor de lo que hace un móvil.
La tecnología está muy bien, pero debemos primero disfrutar de la vida y si la tecnología nos la hace disfrutar más, usarla, pero sin correr el más mínimo riesgo de perdernos su disfrute.
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