Hemos decidido poner ese titular a la entrada de hoy, debido al problema que ha salido a la luz con el uso de la aplicación Zoom y el agujero que dejó, que permitirían meter en tu ordenador un programa, que podría hacer cosas, no deseadas.
En WhatsApp ha corrido como la pólvora un audio de una persona a la que le quitaron sus teléfonos, sus cuentas de correo electrónico y sus accesos al banco. Pues bien, ni es tan peligroso, al menos desde nuestro punto de vista, ni sólo le ocurre a Zoom. Hablando con amigos, nos dicen que se entra muy fácil en pánico, pero claro, es como si te roban en una calle y no vuelves a pasar nunca por allí, no tiene mucho sentido.
En este caso, como en todos los que ocurren virtualmente, hay que pensar qué tenemos en los dispositivos y cómo lo tenemos. Si tienes en el navegador almacenadas contraseñas, formularios autorrellenables, un fichero con los accesos a tus cuentas... es como si dejas las llaves de la puerta de tu casa puestas por fuera, tu vehículo abierto y con las llaves listas para arrancar,... Por eso, si entra un programa malicioso en tu dispositivo, tiene muy fácil entrar y operar en tu lugar, al igual que si haces eso con las llaves de tu casa, coche,... cualquiera podría robarte todo.
Por eso siempre decimos que, siempre naveguéis con sesiones privadas en los navegadores, que los configuréis para que se borre todo al cerrar la sesión, que en lo posible utilicéis dispositivos biométricos, en definitiva, que pongáis las mismas dificultades al que entra, que las que pondríais a alguien que entre en casa.
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