Los sistemas informáticos son complicados de por sí, ya que tienen que hacer una serie de cosas, que antes se hacían de forma manual y por personas, de manera automática, por lo que la toma de decisiones hay que programarla, de manera que "sustituyan" a esas personas.
Pero claro, si en la definición del sistema no se tienen en cuenta todas las posibles variaciones, cuando llegue una no contemplada, donde una persona seguiría con el criterio que estimase, hacia adelante, el sistema falla.
Entonces, cuando eso pasa, pueden ocurrir dos cosas, que se tenga claro el problema y se pueda aplicar una solución que lo arregle, o que no se tenga ni idea y que no se pueda solucionar, teniendo que hacer un "arreglo" a mano.
Y ahí es donde nosotros siempre valoramos si es mejor, complicar un sistema inventando una solución que nos aporte algo de valor, pero que no asegure la solución del problema o si por contra, al ser algo residual (sobre todo en sistemas que lleven tiempo en marcha), no merece la pena hacer nada y la siguiente vez que pase volver a arreglarlo manualmente o ver si da algo de luz a una posible solución.
Nosotros, casi siempre optamos por no hacer nada, ya que complicar un sistema, nos llevará a tener más problemas, antes o después. Pero otros muchos, para justificar que se está haciendo algo, lo complican y luego salen nuevos errores, al que vuelven a aplicar soluciones "ocurrentes", complicando más las cosas, en definitiva, no van a cortar de raíz el problema y el sistema será un mundo, como el de la foto de la entrada, hecho de ceros y unos.
Pensarlo bien, los sistemas robustos, puede que no sean los elegidos, pero os aseguramos que son los mejores y los que menos problemas dan y esos, pasan por no inventar soluciones a problemas que no lo son.
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