Una de las cosas que peor llevamos de la tecnología, es cómo se calculan los costes de los desarrollos. En casi todos los sitios, los estiman en base a líneas de código (o cosas similares, pantallas, consultas,...), cuando no es un buen criterio para hacer una estimación, entre otras cosas, porque hay líneas en las que se tarda muy poco y otras que cuestan bastante.
Para nosotros, la manera de calcular lo que cuesta algo, es el tiempo que vas a tardar y las personas que emplearás en la tarea, pero nunca los objetos, porque los objetos, son bastante variables y con ello, tampoco puedes dar un precio completamente cerrado, ya que si cambia el alcance, durante el proyecto, ese tiempo de más, hay que pagarlo.
Así como otras cosas, se puede saber exactamente lo que cuesta, una tarta, por ejemplo, los ingredientes cuestan x, la energía para su elaboración (batidora, horno,...) y, el tiempo de la persona o personas que lo tienen que hacer z y sumando x + y + z, te da el coste, al que le sumas lo que quieres ganar y te dará su precio. Pero en informática, que cuando estás creando algo, vas haciendo entregas, que hacen que el producto varíe, que los recursos, según la prisa que tenga el cliente también varían y por lo tanto, todo están en el limbo durante todo el proyecto, es difícil, cuando vas a dar algo, decir que costará tantos euros, porque casi siempre fallarás.
Así que si vais a contratar algo, o tenéis muy claros los requisitos desde el primer momento y sabéis que no van a cambiar, o preparar dinero, porque de lo que habléis al principio, poco se parecerá el final.
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