¿Por qué es tan difícil?

No entendemos, en algunos casos, los ERTES que se han hecho. Hay muchos trabajos, que se han trasladado a las casa, haciendo teletrabajo y resulta que tienen trabajo atrasado, alegando a los clientes que con la pandemia, las cosas no van igual.

Y la verdad es que podemos entender que las relaciones con las administraciones, sean más lentas, por el parón existentes, pero cosas, como el cambio de una póliza, que sólo depende de la aseguradora, sólo tiene sentido, si la aseguradora está haciendo el trabajo de antes, con menos personal.

Por eso, el dar ayudas a algunas empresas, sin que esté claro que no hayan tenido otra opción, nos parece de lo más fraudulento y ocurre lo de siempre, que por cuatro caraduras, que por ahorrarse algo, se suben al ERTE, disfrutan de subvenciones, etc... el resto, a los que les hace verdadera falta, se les trate de la misma forma.

Desde el estado se debe demostrar y muy bien, que no puedes hacer tu trabajo, que realmente necesitas esas ayudas y que tus clientes se verán beneficiados con ellas y al revés, los clientes deberíamos poder denunciar a la empresas, que para cosas cotidianas, no las hacen en tiempo y forma, porque se han subido al carro que no les correspondía y que sean sancionadas.

Los sistemas funcionan, si todos jugamos con las mismas reglas, de otra forma, unos viven del sistema y el resto, nos dedicamos a alimentarlo.