En este tiempo de crisis, donde todo el que está teniendo problemas se sube al carro de las subvenciones para intentar paliar de alguna manera su bache, nos sorprende que no se hable de la otra parte. De aquellos que, precisamente gracias a las crisis han visto aumentados sus ingresos, por ejemplo los que venden mascarillas, epis, etc...
Si a unos les va muy mal y otros les va muy bien, en un mundo ideal, sería lógico que aquellos que han ganado por encima de sus expectativas, repartan con aquellos que lo han hecho por debajo, de manera que se equilibre la balanza y no que todo salga del dinero público.
Pero el ser humano es así, cuando me va mal, que me ayude papá estado, pero cuando me va bien, esos beneficios son íntegramente míos.
Si todos fuésemos más solidarios, seguro que no tendríamos de ven en cuando crisis profundas, de las que cuesta mucho salir y que siempre salen del bolsillo de los que vamos pasando los días como podemos, a costa de nuestros impuestos.
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