Las máquinas fallan

Siempre os decimos que el software nunca falla, puede que no haga las cosas como se espera de él, pero nunca falla y eso es, porque son programas, que tienen instrucciones y las ejecutan una detrás de otra, por lo que no hay lugar al error.

Sin embargo, las máquinas sí fallan. Por muy bien que esté una máquina, tienen desgastes, propios del trabajo que realizan, por lo tanto, al contrario que los programas, no hacen siempre exactamente lo mismo y por lo tanto, ocurren cosas, como las de la foto que ilustra la portada, donde al ensobrar los saquitos de menta poleo, la máquina metió dos en una bolsa y sacó la siguiente vacía. El fallo ha podido ser desde la máquina que ensobra los saquitos, que al soltar uno, se llevó el siguiente enganchado, hasta la máquina que los envuelve, que le patinó un rodillo y metió dos en uno. Sea como fuere, es un fallo, que sólo las máquinas pueden cometer.

De hecho, el software, que tendrá programado los sobres y saquitos que tienen que salir, lo ha cuadrado, dos sobres y dos saquitos. Por eso, casi siempre, en todas las cadenas de montaje de lo que sea, suelen estar personas que están al tanto de estos pequeños fallos, para evitar que lleguen al consumidor, pero tampoco son programas y a veces, tenemos la suerte de que nos lleguen estos pequeños errores, para disfrutar de estas curiosidades.