A todo el mundo le pasa, le llaman de una compañía, le cuentan cualquier cosa, hablando en términos técnicos, que el cliente desconoce y te cuelan lo que se les ocurra. En unas ocasiones es para mantenerte como cliente, en otras para cobrarte algo, porque sí,... en definitiva, se aprovechan de tu desconocimiento, para hacer contigo lo que quieren.
Ahora bien, a veces, llaman a un cliente, que justo de lo que le quieren colar, sabe y claro, todo el conocimiento del teleoperador que llama, se va al traste, porque el cliente sabe mucho más que él. Y en esos momentos, es cuando el teleoperador, al que le han dicho que las cosas funcionan exactamente como ellos dicen, empieza a subirse de tono, alterando, como no puede ser de otra forma, al cliente al que pretenden tomar el pelo.
Por eso, siempre decimos que las compañías serias, no mienten, se aseguran de las cosas que venden y tienen formadas a las personas que atienden a los clientes, de manera que no puedan patinar al hablar con ellos. Pero lamentablemente, de esas compañías serias cada vez quedan menos y así funcionamos.
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