Por eso, es importante saber si el usuario necesita tener todas las aplicaciones en la pantalla, de no ser así, puede que interese configurar un escritorio con las aplicaciones de uso habitual y el resto en otro, o en ninguno, si no se quieren tener varias pantallas. Del mismo modo que puede que te gusten los botones, o seas más de gestos, en este caso, los gestos que personalice cada uno, poco tendrán que ver unos con otros. En definitiva, al mismo terminal, tendremos terminales muy distintos, según quien lo utilice.
Por eso, si eres de los que configura terminales para otros, tómate un tiempo para saber qué hace, cómo lo hace y qué aplicaciones es bueno instalarle. Si lo haces bien, esa persona estará encantada con su terminal, de no hacerlo así, la persona odiará el terminal y oirás esa frase que dice: "hace lo que le da la gana".
Así que, si tu terminal "hace lo que le da la gana", habla con alguien que entienda de teléfonos, explícale lo que te pasa y verás como al final, se encuentra una solución, para que el terminal haga "lo que tú quieras".
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