Pues sí, los domingos en general, aunque realmente es el día previo a volver a trabajar, estamos tal y como vemos a la foca de la imagen, arrastrados y con pocas ganas de empezar a trabajar al día siguiente.
Esto, que es algo normal, pude llegar a ser un problema, si te empieza a afectar anímicamente y estás más irritable, discutes con facilidad e incluso se vuelve un día insoportable, momento en el que tendrás que empezar a tomar medidas o incluso, cambiar de trabajo.
Es cierto que lo último que decimos, el cambio de trabajo, no es algo sencillo, pero muchas veces, cuando un trabajo empieza a afectar a nuestra salud, quizá sea el momento de dejarlo, entre otras cosas, porque de no hacerlo, al final caeremos enfermos, tendremos que cogernos bajas y es muy probable que a la empresa no le tiemble el pulso de echarte a tu vuelta.
Por eso, tenemos que tener claro que, igual que para las empresas somos un número, para los trabajadores, las empresas deben ser también un número y deberíamos poder abandonarlas, cuando queramos.
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