Ayer hablamos de lo genial que es tener un jardín, pero claro, tener un jardín conlleva mantenerlo y eso, no es nada fácil.
Muchos recurren a un experto que se encargue de mantenerlo, de manera que esté siempre en prefecto estado, pero otros muchos, prefieren ahorrarse dinero y hacerlo ellos mismos, lo que lleva su tiempo y desesperación.
Y es que, las plantas, son unos seres vivos, con los que no es fácil entenderse. El otro día buscamos la razón por la que el césped puede amarillear y nos encontramos que puede ser por falta o exceso de agua, o por falta o exceso de nutrientes, total que te quedas igual, porque si es por una cosa y aplicas la contraria, lo mismo te lo cargas del todo.
Así que se entiende que lo mejor se recurrir a expertos, que se encarguen de tenerlo genial y que sean ellos los que se coman la cabeza, de manera que tú sólo te encargues de disfrutar. Aún así, a muchos, aunque haya que comerse la cabeza, les compensa ese comedero, porque disfrutan con el jaleo de tratar a cada planta con lo suyo.
Estés donde estés, como dijimos ayer, disfrutar todo lo que podáis, porque al final, la naturaleza, es un regalo, que tenemos que apreciar.
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