Una de las cosas que peor llevamos es cuando vas vaciándote y notas que cada vez aguantas menos a los clientes, a los jefes, a los compañeros,... es el momento en que debes pensar en tomarte unas vacaciones, porque estás saturado (aunque lo que notes es que te has vaciado).
Y con las vacaciones, llenarás esos huecos que notas, con sensaciones, con diversión y así, cuando vuelvas de ellas, podrás tener otra temporada de sentirte de nuevo lleno.
Lo malo de esto es cuando al poco tiempo de volver, ya vuelves a estar igual que cuando te fuiste de vacaciones. Es entonces cuando debes plantearte cambiar de trabajo, porque está claro que el tienes te consume mucho más rápido de lo que debe y eso, puede al final a llevarte a algún trastorno mayor.
Cierto es que está ahora mismo el panorama como para cambiar de trabajo, pero el que la sigue la consigue y si te empeñas, lo conseguirás.
Lo que nunca debes hacer es dejar que el vacío ocupe más en tu cabeza, que lo lleno, porque en ese momento, estarás en un gran riesgo de enfermar y puede que sea demasiado tarde. Así que no dejes que te vacíen, como primera opción y si no funciona, cambia, seguro que tu salud, lo agradecerá.
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