Siguiendo con el tema de la desconexión digital, una de las cosas que debemos asumir es que no somos imprescindibles. De hecho, si de repente tenemos una baja, tenemos que que dejar el trabajo, o cualquier otra cosa, que haga que dejemos de estar, no pasará nada, todos los que están asumirán de algún modo tus funciones y todo seguirá igual.
Por eso, cuando nos vayamos de vacaciones, que es algo temporal, definido y controlable, es mucho más fácil, que no te necesite nadie, porque no eres imprescindible, por lo tanto, desconecta, porque no pasará nada.
Sin embargo, es cierto que muchos quieren ser imprescindibles, estar en las reuniones y hacerse notar, para que se sepa que están ahí y que a ojos de algunos, sean imprescindibles, cuando no es así. Por nuestra parte allá ellos, ya que, de ser imprescindibles, nunca se podrían jubilar y la mayoría dicen que están deseándolo y claro, luego ves a muchos jubilados, que están fatal, porque cuando no tienen esa dependencia del trabajo, no saben qué hacer.
Así que, desconectar siempre que podáis del trabajo, vuestra cabeza os lo agradecerá y en caso de llegar a la jubilación, seréis personas preparadas, para afrontarla y disfrutar de todo lo que disfrutabais, pero poco, antes de jubilaros.
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