Poco a poco, muchas empresas empiezan a recuperar el hábito de que sus empleados vuelvan al trabajo presencia. Algo que no gusta a la mayoría, pero que se gesta en los niveles intermedios, ya que han perdido su capacidad de ver que trabajan.
Y es que, el teletrabajo, una de las cosas que ha traído, es ver quién es necesario en una empresa y quien sobra. Porque todas aquellas personas que estaban en la oficina de un lado para otro, sin hacer nada efectivo, pero permanentemente visibles, ahora no se sabe nada de ellas, porque realmente no aportaban nada. Precisamente son esas personas las que abogan porque el teletrabajo se acabe, ya que están permanentemente diciendo que se ha perdido efectividad, que no se trabaja igual,... cuando realmente lo que están viendo es que sus puestos no se sostienen.
Así que, si las direcciones de las compañías no se han dado cuenta que eso no es así, que el trabajo que sale es el mismo (o más) y que los empleados viven más tranquilos, con menos bajas y trabajando igual, van a tener un problema, cuando pidan volver a las personas y éstas, busquen empresas con teletrabajo 100% (que las hay).
Así que vemos que habrá bastante movimiento en el mercado, de empresas con trabajo presencial, a empresas con teletrabajo, que serán las que, al final, se lleven el gato al agua, porque habrán reducido costes de infraestructura y tendrán a los mejores empleados.
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