Cuando te cambias de empresa, si lo haces de una pequeña a una grande, muchas veces, aunque asciendes (más categoría, más sueldo,...), realmente desciendes, ya que pasas de ser cabeza de ratón a cola de león.
¿Y qué es mejor? Nosotros lo tenemos bastante claro, en una empresa pequeña, por norma general, en cuanto tú jefe es la el dueño, se acabaron los ascensos, mientras que una grande, hasta llegar ahí, tienes bastante recorrido.
Eso sí, el cambio de tener muchas responsabilidades a tener menos, es bastante grande, ya que pasas de tomar decisiones de muy alto nivel, a olvidarte en muchos casos de todo eso, porque estás mucho más abajo.
Por un lado se agradece, ya que tienes menos estrés y no te presionan de la misma manera, pero por otro, no tener cierto poder de decisión, o la posibilidad de recomendar ciertas cosas a quien de verdad toma las decisiones, es algo que echas algo de menos.
Sea como fuere, cambiar siempre es bueno y tienes que estar abierto a nuevas experiencias, de manera que siempre te enriquezcas con esos cambios y, siempre que sea posible y nos dejen, aportar todo lo que puedas a aquellos proyectos en los que te embarques.
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