Hacer un trato

Hoy en día, hacer un trato, sirve para poco. Firmas una hipoteca, con unas condiciones y el banco se pasa el contrato por el arco del triunfo, cuando le perjudica. Pactas unas condiciones cuando te cambias de trabajo y el contrato que te presentan, no las cubre. Quedas con una persona para hacer algo y cuando lo haces, como no le gusta como ha quedado, no te paga el trabajo.

¿Cómo es posible que hace años, el honor y dar la mano a alguien, fuera suficiente para cerrar un trato y ahora, ni con papeles, consigues que se cumpla? Creemos que es parte de este cambio que estamos viviendo en la sociedad, que es cada vez más egoísta y tan sólo piensa en conseguir más, por menos esfuerzo.

Así que toca apretar los dientes y esperar que, tarde o temprano, la sociedad vuelva a cambiar y vuelvan los tiempos en los que, con apretón de manos, sea suficiente para cumplir el pacto que ha quedado acordado.