Mañana comienza, como todos los años, el segundo asalto de atracones, que, a pesar de la pandemia se sigue dando. Y aunque muchos intentamos cambiar el chip de esos atracones, la mayoría no quiere ni oír hablar de ello y es que parece que si no comes hasta reventar, no está celebrando lo que sea.
Y parece que se trata de eso, ya que lo hacemos en cualquier celebración, de hecho, cuanto mayor es lo que se celebre, mayor es la cantidad de comida que se come. El orden de menor a mayor sería el cumpleaños, la Navidad (Nochebuena, Navidad, nochevieja, año nuevo y Reyes Magos), el bautizo, la comunión, la boda. En algunos casos, hay cumpleaños, que son un poco más celebrados, como los 40, los 50,... y son casi un bautizo.
Muchos nos entenderéis y otros, diréis que somos unos exagerados. Nos pasa habitualmente, cuando decimos que nos pasamos en las cantidades, de hecho, discutimos (suavemente, que son celebraciones) para intentar que se modere ese excesivo consumo, pero por norma general tenemos que aguantarnos y simplemente nos queda prepararnos para el siguiente embiste de la Navidad, que es nochevieja y año nuevo.
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