Cuando perdemos algo, lo buscamos con ahínco, para recuperarlo, unas veces con éxito y otras sin él.
Ahora, cuando no lo encontramos, empezamos a echar la vista atrás, para intentar ver dónde lo perdimos e intentar encontrarlo a toda costa. De hecho, vamos a los cuerpos de seguridad, por si ellos lo tuvieran, porque alguien se lo dio.
Y hay un caso muy especial, que son los móviles, ya que hoy en día, en ellos llevamos muchos datos. Y claro, perderlo es bastante lío, aunque lo tengas todo en la nube y puede que seas capaz de recuperar casi todo.
Otra cosa buena que tienen los móviles es que puedes llamarte, por si, en caso de no estar silenciado, puedas oírlo y encontrarlo. Y aunque no es lo más deseable, si llamas al teléfono y al otro lado y alguien contesta, te dice que lo tiene y quiere quedar contigo para devolvértelo, habrás dado con una buena persona.
Afortunadamente, creemos que hay más buenas personas que malas, por lo que, cuando perdemos algo, tenemos muchas posibilidades de encontrarlo, aunque no lo creamos.
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