Aunque se dice que estamos "hiperconectados", la realidad es que no es así, ya que, aunque es cierto que tenemos muchas herramientas de comunicación, lo que realmente tenemos son eso, herramientas. Es como si por tener los oídos, dijéramos que estamos conectados, cuando puedes simplemente no escuchar, aunque lo oigas, por lo que, tener las herramientas, no implica estar conectado.
A más de uno os habrá pasado, escribís un correo, pasan días sin recibir respuesta, llamas a la por teléfono y no logras comunicarte, envías un WhatsApp y no recibes respuesta, hasta que ves que está en verde en la herramienta de comunicación de la empresa, escribes y recibes respuesta, entablas conversación y se soluciona el problema. Realmente has contactado por varias herramientas (la "hiperconexión"), pero no te ha escuchado, hasta que en una de ellas, has conseguido que tenga tu atención.
Por lo tanto es cierto que tenemos la posibilidad de estar muy conectados, pero rara vez se logra, porque las herramientas, por lo general, se saturan (500 correos pendientes, 1.200 WhatsApp, 40 llamadas perdidas,...) y al final, sólo funciona lo de siempre, incordiar hasta que te hagan caso.
Por nuestra parte, intentamos llevar al día todas las herramientas y vamos resolviendo las cosas de las más antiguas a las más recientes, de manera que no se nos acumulen cosas sin hacer y que todo el que se "escuchado", lo sea en el orden de prioridad en que entró. Hacer cualquier otra cosa es dejarte posibles urgencias, en un pozo sin fondo.
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