Alguna vez hemos hablado de esto, pero es que lo vimos ayer, al salir a comer, cuando unos abuelos (o eso comentamos), estaban recogiendo a los nietos del colegio. Y nos pareció increíble que, lo primero que hicieron fue quitarles las mochilas y cargar con ellas, mientras los nietos iban corriendo y divirtiéndose. Eso, en nuestros tiempos (hace entre 35 y 45 años, según cada uno), no pasaba, la mochila la llevabas tú y si querías jugar, la dejabas a un lado, sin quitarle el ojo y luego la volvías a coger.
Y como esa escena que vimos ayer, hay muchas otras, donde a los niños no se les exige casi nada y de hecho, cada vez se le dan más cosas, por lo que tienen la sensación de que todo, viene de la nada. Nos pareció también curiosa la anécdota que contó uno del equipo, cuando le dijo a su hijo que no le podía comprar una cosa que quería, porque no tenía dinero. El niño sin inmutarse dijo, da igual, vas a la pared (al cajero automático) y que te lo dé. Y es que, ese, es el concepto que tienen del dinero, te lo dan por las buenas y tú sólo tienes que gastarlo.
Otro del equipo comentaba que lo que más valoró de su niñez, era que le daban paga, todos los fines de semana, según su edad, cada hermano obtenía un dinero para la semana y lo que hiciera con él era su problema, pero no había más. Y claro, en muchas ocasiones, le tocó decidir en qué invertirlo, porque tenía lo que tenía. Y eso, hoy en día, no lo valoran, porque tienen lo que quieren, sin ningún esfuerzo por su parte.
Obviamente, la culpa no es de los niños, es de la sociedad, que estamos perdiendo el valor del esfuerzo y por lo tanto, lo que estamos educando es, como decimos en el título, inútiles.
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