Sin mascarillas y a lo loco

Pues sí, al fin nos desprendemos de esa prenda que nos a acompañado mucho tiempo, pero, ¿será demasiado pronto?

Por nuestra parte seguiremos llevándola siempre que nos parezca necesario, independientemente de lo que dicte la norma, ya que, más vale prevenir que curar. Pero estamos seguros que la gran mayoría optará por eliminar ese complemento de su vida, esperando que sea para siempre.

Mucho nos tememos que no será así, aunque esperamos equivocarnos, pero quizá sí que no se note hasta la llegada de los fríos, que es cuando el virus, parece que toma más fuerza y entonces, quizá sea tarde para reaccionar.

Lo más sensato hubiera sido esperar a ver cómo evoluciona el virus de cara al frío y entonces tomar una decisión, hacerlo ahora nos parece realmente prematuro. Lo que está claro es que no es una fácil decisión y ahora tocará revisar minuciosamente la evolución y, en caso de ver que es errónea la decisión, echar marcha atrás lo antes posible.

La suerte está echada y, desde hoy, hay que estar vigilantes y hacer lo que nuestra cabeza crea, independientemente de lo que las normas dicten.