La tecnología nos ofrece cosas nuevas permanentemente, pero eso no significa que las tengamos que adoptar, simplemente, que las tenemos disponibles, por si son necesarias para nuestro negocio.
Sin embargo, como lo nuevo, significa estar a la última, muchos negocios, implantan tecnologías, por ser actuales, haciendo que el uso, no ofrezca lo que sus usuarios quieren. Eso sí, como los usuarios, tienen que tragar con lo que haya, muchas veces, asumen esa pérdida de funcionalidad, o bien, cambian a otro que se la dé, que sucede poco.
Una de las cosas que más nos sorprende, es la adopción por parte de los bancos de procesos asíncronos, lo que hace que, cuando haces un movimiento en tu cuenta, no lo veas, porque de ese movimiento se encarga un proceso asíncrono, que se ejecutará cuando toque, de modo que, al hacer la operación no se ve, hasta el proceso la coge y actualiza la información. ¿Qué puede pasar? Pues que se repita la operación varias veces al no verla, ni en una cuenta, ni en la otra, generando un malestar en el cliente.
Pero así son las cosas, preferimos ser "modernos" que adaptados a nuestros clientes y de ese modo lo que conseguimos es pérdida de credibilidad. Así que, antes de ser "moderno", estudia si esa nueva tecnología te sirve y sobre todo, si le sirve a tus clientes y si ves que no es el caso, descártala.
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