Y no nos referimos a las operaciones financieras o estratégicas de un proyecto, nos referimos, como puede verse en la imagen, a las operaciones quirúrgicas.
Un médico nos confesó una vez que, en medicina, la operación es un fracaso, porque no se ha podido curar lo que sea que intentas arreglar mediante la operación, y tenía razón, ya que operar, muchas veces, obliga a un empeoramiento de la salud en general, que si todo va bien, con tiempo, mejorará, pero entras sano y sales enfermo. Esto sobre todo ocurre en las operaciones estéticas, donde entras sin ningún tipo de problemas y sales con cicatrices y heridas, que tienen que curar.
Eso sí, lo bueno que tienen, es que, por estar sano (en las estéticas o aquellas livianas, en las graves no), la recuperación suele ser buena, ya que tu cuerpo se pone en marcha a solucionar las heridas desde el primero momento y en 48 horas, empiezas a ser persona otra vez... según el tipo de operación, claro.
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